En 1879, fue construida la casona de Can vies como consecuencia de la construcción de la línea 2 del metro de Barcelona. Primero se ocupaba más como un “almacén”, pero luego pasó a ser un hospedaje para los trabajadores del metro.

En la guerra civil española, se convirtió en lugar de trabajo de la CNT (coordinadora nacional de los trabajadores) y de algunos sindicatos.

Décadas después, en mayo del 2007, la casa fue tomada por jóvenes del barrio, debido a la falta de espacios para practicar el box y otros deportes, la fiesta, pero también como lugar de reuniones políticas.

Un año después, hubo una frustrada recuperación; el ayuntamiento hizo un plan en el sector, pero los vecinos, junto a la confederación del trabajo, el frente de liberación gay, la coordinadora del lenguaje catalán y el colectivo de jóvenes comunistas de Barcelona, se unieron para apoyar a los que vivían en la “casona de Can vies.”

En abril del 2014, se ordenó su demolición definitiva lo que provocó graves incidentes entre la policía y la comunidad que se negaba a perderla, pero luego de días de duros enfrentamientos, lograron pasar junto a los tractores y empezaron con la demolición.

Pasaron los días y los enfrentamientos fueron más fuertes hasta que el 31 de mayo del 2014, el ayuntamiento ordenó la paralización del proyecto. En seguida unas 300 personas se concentraron en lo que quedaba de la “okupa” y junto a la ayuda de obreros, arquitectos y bomberos, comenzaron su reconstrucción.

Hoy día la “okupa» de Can Vies está más vigente que nunca y sigue como un lugar de reunión para distintas actividades…